Datos extraídos de la web del Ministerio de medio ambiente del Gobierno de España

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Campaña de medusas

  El Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, a través de la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar, pone en marcha durante este verano la "Campaña Medusas 2010", con la finalidad de dar continuidad a las acciones realizadas en las Campañas de 2007, 2008 y 2009.
Como experiencia piloto, se realizará dentro de la Campaña 2010, una modelización para la predicción de aparición de enjambres de medusas en varios puntos de la costa española, tomando como referencia diversas variables: Tª, corrientes, clorofila y salinidad.


Al igual que en el 2009, la Campaña Medusas se extenderá a la totalidad de la costa española, con el fin de continuar avanzando en el conocimiento de las agregaciones de medusas, la detección temprana de las mismas y la información a la ciudadanía. A la vista de los resultados obtenidos en las campañas anteriores, el interés suscitado en el público y los medios de comunicación, así como la reducción de la alarma social generada debido a la amplia información suministrada, resulta de gran interés la continuación de la Campaña Medusas en el verano de 2010, manteniendo idéntico ámbito geográfico y actuaciones a las realizadas en la Campaña 2009.

 

Los objetivos a desarrollar en la presente Campaña, que se centran en la Detección e Información, son los siguientes:

 - Mantenimiento y consolidación de la red de observación creada en las campañas anteriores para detectar de forma temprana posibles proliferaciones cercanas a la costa y establecer los correspondientes avisos en los casos en que se pueda prever una arribada excepcional a zonas de baño. Para ello, se pone a disposición de los usuarios el teléfono gratuito 900102326, la aplicación www.planmedusas.es y la dirección de correo electrónico planmedusas@mma.es.


 - Contribuir con los datos de avistamientos que pudieran realizarse y cualquier otra información obtenida a los proyectos de investigación realizados por instituciones científicas.


 - Elaborar y distribuir en puntos de interés y de manera coordinada con otras Administraciones Públicas, material divulgativo sobre las medusas que contribuyan a mejorar su conocimiento por parte de los usuarios de la costa y cómo actuar en casos de concentración en una zona de baño o si se producen picaduras.


 -  Por otro lado, aprovechar la infraestructura de la red de observación y avisos para detectar la presencia de acumulaciones de residuos flotantes en el mar.



La divulgación de la campaña se abordará de la siguiente manera:

 -  Difusión directa en la costa por medio de la distribución de folletos y carteles, en los que se explica la biología de las medusas, así como instrucciones generales, consensuadas con la Cruz Roja Española, sobre cómo actuar en caso de proliferaciones y picaduras.


 -  Enlace en la página Web del MARM (www.marm.es )en la que se incluye información general sobre las medusas y contenidos específicos de la Campaña, con informes semanales de situación y un visor geográfico de los avistamientos realizados.


 -  Los participantes en la red de observación contarán con una página Web específica para obtener, procesar e intercambiar información y asegurar así el mejor desempeño de su tarea (www.planmedusas.es).
 

Dadas las experiencias previas en la retirada de medusas, no se contempla entre las acciones de la Campaña Medusas 2010 el desarrollo de actuaciones de recogida siguiendo lo dispuesto en los Protocolos de actuación de la Campaña. Se presentan no obstante, unas recomendaciones para aquellas administraciones y organismos competentes que las realicen con el fin de disminuir la concentración de ejemplares en puntos concretos y contribuir a que la zona quede apta para el baño en el menor plazo posible.



De cara al funcionamiento de la Campaña, se considera esencial la coordinación institucional, siendo necesaria una respuesta coordinada entre la Administración General del Estado, a través del Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino, y las Comunidades Autónomas litorales, ante el aparente problema de la proliferación de medusas.

 

Introducción Las medusas se encuentran entre los organismos vivos más primitivos. Pertenecientes al grupo de los cnidarios, son animales invertebrados cuyo cuerpo es casi en su totalidad agua -alrededor del 95%-; su característica más destacada es el desarrollo de unas células urticantes denominadas cnidocitos, distribuidas por la superficie del cuerpo, que le sirven como defensa y para la captura de presas. Estos organismos de vida libre tienen la parte superior en forma de campana o sombrilla y tentáculos en la parte inferior, aunque determinadas especies desarrollan otra estructura de vida sésil y forma cilíndrica denominada pólipo. La fase medusa se encuentra presente mayoritariamente de julio a noviembre. Aunque poseen una ligera capacidad de movimiento, son incapaces de vencer la fuerza de las corrientes y vientos y van a la deriva, desplazadas por las corrientes marinas, que las arrastran hasta la costa en numerosas ocasiones.

Aunque resulta totalmente normal la presencia de medusas en el mar a lo largo del año, ya sea en litoral o en mar abierto, en los últimos años parece haberse visto incrementada su presencia, principalmente en la época estival, provocando una alarma social debido a las molestias que pueden causar a los usuarios del medio marino. La presencia de grandes enjambres de medusas puede suponer grandes perjuicios de cara a un sector tan importante como el turístico, sin olvidar las posibles afecciones al sector pesquero, que el aumento de estas poblaciones puede originar por competencia y depredación con las especies objetivo de pesca, así como por interferencia en las labores de pesca. Sin embargo, hay que destacar en que, a pesar de todas las medidas que se pudieran abordar, las medusas siempre estarán presentes en el medio marino, que es su entorno natural y del que además forman parte de procesos biológicos esenciales para el buen funcionamiento de los ecosistemas marinos.

 

 

 

 

Descripcion de las Medusas

Las medusas son uno de los organismos vivos mas primitivos. Existen registros fósiles de la Era Primaria, de hace más de 600 millones de años. Las medusas se adscriben al grupo zoológico de los Cnidarios, animales en su inmensa mayoría marinos que se distribuyen en cuatro clases:

 -  Hidrozoos, caso de las hidras, pequeñas medusas y otros pólipos coloniales.
 -  Cubozoos, que incluyen a las cubomedusas.
 - Escifozoos, que agrupa a las medusas grandes propiamente dichas.
 - Antozoos, como las anémonas y corales.

Los representantes de cada una de estas clases presentan morfologías muy dispares entre si (formas polipoide o medusoide). Incluso, en el ciclo vital de una misma especie pueden alternar esas formas diferentes. La característica común, que permite emparentarlos en un mismo grupo, es la posesión de unas células particulares, capaces de generar e inyectar un liquido urticante, llamadas cnidocitos o cnidoblastos, que tienen como objetivo la defensa del animal y la captura de presas para alimentarse. De ahí el nombre de Cnidarios (el prefijo proviene del griego "cnida" = ortiga).

Asimismo, es común a ellas la organización general del cuerpo, en cuyo interior desarrollan una cavidad gástrica central con una sola abertura que hace la función de boca y ano. Esta abertura se halla rodeada de una serie de tentáculos en los que suelen localizarse los cnidoblastos.
 

Aunque todos los cnidarios presentan simetría radial y poseen tentáculos, dentro del grupo se observan dos tipos de morfologías diferentes: el pólipo y la medusa. El pólipo es de vida sésil (vive adherido al sustrato), tiene forma cilíndrica, su boca y tentáculos están dirigidos hacia arriba y generalmente se reproduce asexualmente por gemación. La medusa es de vida libre, tiene forma de campana o sombrilla, con el lado convexo hacia arriba por lo que los tentáculos cuelgan del margen corporal. A diferencia de los pólipos, la fase medusa se reproduce sexualmente.

El ciclo de vida de los cnidarios puede incluir ambas fases (pólipo y medusa). La predominancia de una sobre otra varía según las distintas clases, aunque existen cnidarios que sólo tienen fase pólipo - como los Antozoos (única clase que no tiene fase medusa). En la Clase Sciphozoa la fase predominante y más conocida es la de medusa (escifomedusa), que suele ser de mayor tamaño y distinta forma que aquellas correspondientes a los hidrozoos (hidromedusa) y cubozoos (cubomedusa). En general presenta un aspecto de campana o sombrilla, cuya parte superior está formada por un disco más o menos abombado, la umbrela, de borde lobulado o festoneado y que porta un número variable de tentáculos. Estos poseen gran capacidad para elongarse (llegan a alcanzar con frecuencia los 5 m de longitud) y retracción, que les permite atrapar a sus presas (larvas de peces, crustáceos, etc). Una vez la presa contacta con el tentáculo, los cnidocistos se disparan mecánicamente, inyectando el liquido urticante que la paraliza. Posteriormente, los tentáculos se retraen para llevar la presa a la boca, la cual está situada en la cara cóncava del cuerpo, rodeada por el manubrio, tubo más o menos abierto conformado por la fusión de varios gruesos tentáculos o brazos orales. Es en los tentáculos y en los brazos orales donde se localizan la mayoría de las células urticantes.

Mediante la contracción y expansión rítmica de fibras musculares, las medusas son capaces de desplazarse, si bien esta capacidad de movimiento no es suficiente para evitar ser arrastradas por las corrientes y vientos, que en muchos casos las desplaza hasta la costa. Su cuerpo, constituido en más de un 95% por agua, tiene una densidad muy similar a la del medio marino, lo que facilita su flotabilidad.

 

La percepción química, luminosa o del movimiento en los cnidarios se realiza a través de células sensoriales repartidas por la superficie del cuerpo. En las medusas, tales receptores suelen concentrarse en unos órganos llamados ropalias, normalmente localizados en el borde de la umbrela.

El ciclo vital de una medusa típica (escifomedusa) se inicia con la fecundación externa (en la masa de agua) que se produce tras la expulsión de los gametos, en ocasiones hasta millones, por parte de medusas de ambos sexos (la mayoría de las especies de medusas son dioicas, es decir, poseen sexos separados). A partir del óvulo fecundado, se desarrolla una larva ciliada, llamada plánula, de vida libre y planctónica. A los pocos días se fija en el fondo, y se transforma en un pólipo. El pólipo, que puede perdurar varios meses, es asexuado y genera las larvas de medusas, denominadas éfiras. Tienen forma estrellada y alcanzan la madurez sexual al cabo de unos meses. Dependiendo de la especie, la medusa puede vivir entre seis meses y dos años.

 

 

Especies más frecuentes

 

En las costas españolas, las medusas propiamente dichas o escifomedusas más frecuentes son:

  • Pelagia noctiluca
  • Rhizostoma pulmo
  • Cotylorhiza tuberculata
  • Aurelia aurita
  • Chrysaora hysoscella

Otras, pertenecientes a otros grupos (no escifomedusas), son la Velella velella, la Aequorea forskalea, Carybdea marsupialis, Mnemiopsis leidyi   y la Carabela portuguesa (Physalia physalis), ésta última de presencia rara pero con una picadura muy peligrosa. Velella velella es una especie muy frecuente a inicios de verano pero su picadura carece de peligro para los humanos. Causa problemas relacionados con su gran acumulación en las playas donde se descompone y produce olores molestos.

 

 

   
 

Cotylorhiza tuberculata

 

Clase : Scyphozoa
Orden : Rhizostomeae
Familia : Cepheidae


Cotylorhiza tuberculata (Macri, 1778)


Nombres comunes: Aguacuajada, medusa huevo frito o acalefo encrespado (Ingl: Fried egg jellyfish; Fr: Méduse ceuf au plat; Ale: Spiegeleiqualle)

Diámetro de la umbrela: 20-35 cm.

Morfología: Es muy característica la forma y color de la sombrilla, aplanada, marrón amarillento con cierto grado de verde en función de las algas simbiontes que viven en su interior, y con una destacada protuberancia central pardo anaranjada.

Tiene 8 brazos orales cubiertos de apéndices a modo de pequeños tentáculos con el extremo en forma de botón blanco o azulado. El perímetro de la umbrela está dividido en 16 lóbulos subdivididos a su vez en más de cien. Como el resto de rizostómidos, el borde de la umbrela no posee tentáculos.

Hábitat: Pelágica, tanto en aguas abiertas como en la costa. Predomina en las costas ya que requiere encontrar un sustrato donde se asienten los pólipos. Las poblaciones de adultos están sujetas al régimen de corrientes y vientos dominantes, aunque tiene buena capacidad de desplazamiento propio.

Abundancia: Común en todo el Mediterráneo, durante el verano y otoño. Muy abundante en el Mar Menor. En invierno pervive en forma de pólipo.

Peligrosidad: Baja. La capacidad de producir urticaria es limitada, en parte debido a la escasa longitud de sus tentáculos pero sobre todo a la baja densidad de células urticantes en los mismos, y cuando esto ocurre sus efectos son muy leves no pasando de irritación de la piel y picor. A no ser que exista una reacción de tipo alérgico, no requiere atención médica en la mayoría de los casos.

 

 

Pelagia noctiluca

 

Clase Scyphozoa
Orden Semacostomeae
Familia Pelagiidae


Pelagia noctiluca (Forskål, 1775)
Nombres comunes: medusa luminiscente (Ingl: Luminiscent jellyfish, pink jellyfish; Fr: Acalèphe brillante; Ale: Feuerqualle)

Diámetro: Puede llegar a medir más de 20 cm de diámetro

Morfología: Umbrela semiesférica, algo aplanada con cuatro largos, festoneados y robustos tentáculos orales. En el borde de la umbrela presenta 16 lóbulos periféricos, alargados y de contorno redondeado. Presenta 16 tentáculos marginales que pueden llegar a tener desplegados, más de 20 m de longitud. Alternados con los tentáculos tienen 8 ropalias formadas por un estatocisto y un sáculo basal protector del lóbulo. Toda la superficie de la umbrela, brazos orales y tentáculos está recubierta de verrugas que corresponden a acumulaciones de cnidocistos. Tiene un color rosado rojizo que le caracteriza.

Hábitat: Es una especie pelágica y carece de fase pólipo. Su ciclo se cierra totalmente en mar abierto, donde forma densos enjambres. Las medusas adultas tienen una esperanza de vida de más de dos años y se reproducen en dos períodos del año, primavera y otoño. Presentan un crecimiento rápido en el que los juveniles duplican su biomasa en 24 horas.

Abundancia: Es muy frecuente en aguas abiertas y se acerca al litoral arrastrada por los vientos de mar a costa, especialmente durante el verano. Es abundante tanto en el océano Atlántico como en el mar Mediterráneo.

Peligrosidad: Alta. Causa irritaciones y escozor a nivel de piel pudiendo incluso dejar herida abierta que se puede infectar. Debido a su abundancia y a la longitud de sus tentáculos, la superficie de piel afectada puede ser alta y con ello el efecto del veneno podría llegar a causar problemas respiratorios, cardiovasculares y dermatológicos que pueden perdurar semanas o incluso meses.

 

 

Rhizostoma pulmo

 

Clase Scyphozoa
Orden Rhizostomeae
Familia Rhizostomatidae


Rhizostoma pulmo (Macri, 1778)
Nombres comunes: Aguamala, aguaviva o acalefo azul (Ingl: rhizostome jellyfish, White jellyfish; Fr: Rhzostome, poumon de mer; Ale: Blumenkohlqualle)

Diámetro de la umbrela: hasta 90-100 cm.

Morfología: Umbrela de forma acampanada blanca azulada y orlada de numerosos lóbulos de color violeta (unos 80) y sin tentáculos marginales. Posee 8 gruesos tentáculos orales, fusionados formando un manubrio blanco azulado que en su parte media forma una especie de corona festoneada con 16 puntas, de cuyo extremo sobresalen 8 apéndices azulados terminados en maza.

Hábitat: Pelágica, se localiza tanto en aguas abiertas como someras. Existen indicios de que poseen una capacidad de desplazamiento activo hacia las zonas con mayor abundancia de alimento. Es preferentemente costera debido a la necesidad de encontrar un sustrato para los pólipos.

Abundancia: Especie del Mediterráneo y Atlántico. Frecuenta las costas desde finales de la primavera hasta el otoño. Puede verse en solitario o formando enjambres. Pasa el invierno en aguas someras en fase pólipo.

Peligrosidad: Media. Aunque no produce cuadros dermatológicos graves, se pueden producir irritaciones no sólo por contacto directo con estas medusas o los fragmentos de tentáculos liberados en el agua, sino también por su presencia en aguas de zonas costeras cerradas a mar abierto.

 

 

Aurelia aurita

 

Clase Scyphozoa
Orden Semaeostomeae
Familia Ulmaridae


Aurelia aurita (Linnaeus, 1758)
Nombres comunes: Medusa (Ingl: Common jellyfish; Fr: Aurélie; Ale: Ohrenqualle)

Diámetro de la umbrela: Hasta 25 cm.

Morfología: Umbrela en forma de plato; brazos de la boca festoneados y más largos que los numerosos tentáculos cortos; 8 órganos sensoriales; 4 conspícuos órganos reproductores de color púrpura violeta en forma de herradura cuando se miran desde arriba. Color transparente manchado de azul-blanco.

Hábitat: Pelágico. Lagunas y zonas costeras. Se desarrolla mejor en aguas salobres.

Abundancia: Escasa. Es más abundante en zonas costeras y lagunas como el Mar Menor, pero también en fiordos y bahías cerradas con aportes de aguas continentales.

Peligrosidad: Muy baja.

 

 

Chrysaora hysoscella

 

Clase Scyphozoa
Orden Semaeostomeae
Familia Pelagiidae


Chrysaora hysoscella (Linnaeus, 1766)
Nombres comunes: Medusa de compases o acalefo radiado (Ingl: Compass jellyfishe jellyfish; Fr: Méduse rayonée; Ale: Kompassqualle)

Diámetro de la umbrela: hasta 30 cm.

Morfología: Su color es blanco amarillento y posee un diseño radial característico sobre la umbrela que recuerda al dibujo de 16 compases abiertos hacia el exterior. En algunos ejemplares puede no distinguirse claramente este dibujo. Umbrela ancha bordeada por 32 lóbulos y 24 tentáculos largos y finos que pueden llegar a los 5 metros de longitud. Tiene 4 tentáculos orales fusionados en la base, con abundantes pliegues y generalmente más largos que los tentáculos de la umbrela.

Hábitat: Pelágica. Habitual en aguas abiertas pero puede acercarse a la costa arrastrada por las corrientes especialmente durante el verano.

Abundancia: Relativamente frecuente en el Mediterráneo y Atlántico aunque en ocasiones forma enjambres.

Peligrosidad: Elevada. Sus picaduras causan picor y quemazón al principio e inmediatamente después aparición de lesiones eritematosas y edema, produciéndose verdugones que pueden tardar tiempo en desaparecer.

 

 

Physalia physalis

 

Clase Hydrozoa
Orden Siphonophora
Suborden Cystonectae
Familia Physaliidae


Physalia physalis (Linnaeus, 1758)
Nombres comunes: Fisalia, Carabela Portuguesa (Ingl: Portugese man-of-war; Fr: Galére portugaise; Ale: Portugiesische Galeere)

Dimensiones del flotador: 30 cm de largo por 10 cm de ancho.

Morfología: Aunque su forma recuerda a una medusa en realidad se trata de un hidrozoo, formado por una colonia de pólipos de distinta especialización (defensa, alimentación y reproducción). Pertenece al orden de los sifonoforos. De su morfología externa se aprecia una parte flotante (el pneumatoforo), constituida efectivamente por un flotador relleno de gas, violáceo y transparente, con una cresta o vela en su parte superior que le facilita los desplazamientos por el viento (de ahí su nombre común); y una parte suspendida formada por multitud de finos y largos tentáculos, algunos de los cuales, los llamados dactilozoides, encargados de la captura de presas y defensa y, por tanto, cargados de nematocistos cuelgan contráctiles varios metros por debajo del agua y pueden alcanzar, extendidos, los 20 metros o mas de longitud.

Hábitat: Es una especie pelágica que prefiere aguas cálidas y que se mueve a merced de las corrientes superficiales y el viento. Es típica de las aguas templadas del Atlántico pero es ocasionalmente observada en las aguas del Mediterráneo.

Peligrosidad: Muy elevada. El contacto con sus tentáculos puede tener consecuencias muy graves para las personas. La gran concentración de nematocistos y su potente veneno con propiedades neurotóxicas, citotóxicas y cardiotóxicas pueden llegar a producir en algunas situaciones un shock neurógeno provocado por el intensísimo dolor, con el consiguiente peligro de ahogamiento. En cualquier caso puede producir quemazón y dolor vivo, y laceraciones en la piel como consecuencia del intimo contacto con los tentáculos que se enredan y adhieren en el intento de desembarazarse de ellos.

 

 

Velella velella

 

Clase Hydromedusae
Orden Hydroida
Suborden Anthomedusae
Familia Velellidae
Velella velella (Linnaeus, 1758)
Nombres comunes: Velero. (Ingl: By the wind sailor; Fr: Vélelle; Ale: Segelqualle)
Diámetro del disco: de 1 a 8 cm.

Morfología: Hydrozoo modificado con un disco azulado redondo u oval que encierra el flotador y contiene el esqueleto córneo equipado con una vela. Cuando está viva, la vela se encuentra cubierta de un tejido blando y surge de la superficie del agua para captar el viento y ayudar a la dispersión; un gran zooide de función nutritiva debajo del disco está rodeado por un anillo de zooides reproductores; en la periferia existe un gran anillo de zooides pescadores tentaculiformes. Esta es la forma pólipo que conforma una colonia flotante. La fase medusa es muy pequeña y tiene tan solo unos dos milímetros de tamaño.

Hábitat: Es una especie pelágica de superficie que frecuentemente forma grandes enjambres. Más frecuente durante el invierno y la primavera. En otoño e invierno la especie pervive en forma de medusa.

Peligrosidad: Ninguna.

 

 

Aequorea forskalea

 

Clase Hidrozoa
Orden Leptothecatae
Familia Aequoreidae


Aequorea forskalea (Perón and Lesueur, 1810)
Nombres comunes: Medusa Aequorea. (Ingl: Many - ribbed jellyfish; Ale: Qualle Aequorea forskalea)

Diámetro de la umbrela: hasta 30 cm.

Morfología: Umbrela aplana d color transparente. En el tercio más externo presenta numerosos canales radiales de color negro. Borde de la umbrela provisto de numerosos filamentos finos que le permiten la captura de alimento. Presenta un manubrio característico de forma triangular que facilita su identificación. 

Hábitat: Común en aguas del Atlántico. En el Mediterráneo aparece de forma ocasional, aunque en la actualidad su número va en aumento en aguas de Cataluña y Baleares. Suele aparecer en aguas abiertas aunque también se concentra de forma masiva en la franja más costera.

Abundancia: De aparición ocasional aunque en un futuro próximo podría estar presente de forma muy abundante

Peligrosidad: Nula, no produce picaduras.

 

 

Carybdea marsupialis

 

Clase Cubozoa
Orden Carybdeida
Familia Carybdeidae
 

Carybdea marsupialis (Linnaeus, 1758)

Nombres comunes: Cubomedusa, Avispón marino del Mediterráneo. (Ingl.: Box Jelly)

 

Diámetro del disco: de 5 a 6 cm.

Morfología: Se trata de un cubozoo, con forma cúbica con cuatro tentáculos largos. Su color es transparente azulado o blanquecino, lo cuál dificulta su localización. Una de las características más llamativas es que posee un ojo complejo que les permite reaccionar ante objetos móviles y responder a cambios en la luminosidad. 

Hábitat: No viven en aguas superficiales si no cerca del fondo, cerca de los 20 metros.

Abundancia: Especie poco frecuente y difícil de ver en la costa porque no alcanza las aguas superficiales.

Peligrosidad: Muy Alta. Posee cuatro tentáculos con numerosos nematocistos que pueden llegar a extenderse hasta 10 veces el tamaño de la umbrela.

 

 

Mnemiopsis leidyi

 

Clase Tentaculata
Orden Lobata
Familia Mnemiidae

Mnemiopsis leidyi (Aggasiz, 1965)

Nombres comunes: Ctenóforo americano. (Ingl.: Warty comb jelly, Sea Walnut. Ale.: Meerwalnuss)

 

Morfología: Organismos con iridiscencia y en forma de bulbo que alcanza los 10 cm de longitud. Es transparente y no posee tentáculos, siendo sustituidos por 8 hileras lineales de cilios a lo largo de la umbrela. 

Hábitat: Se trata de una especie invasora que es originaria de las costas atlánticas de América. Su introducción se realizó en el Mar Negro donde contribuyó al colapso de numerosas pesquerías. De ahí se ha distribuido a otras zonas, entre ellas el Mar Mediterráneo. Se detectó por primera vez en el litoral español en el verano de 2009.

Abundancia: Frecuencia muy variable. Posee una reproducción rápida, característica de especies invasoras; llegando a producir un individuo adulto hasta 3000 huevos por día. Esto produce concentraciones de cerca de 10 kilos por metro cuadrado, lo que equivale a más de 15.000 individuos.

Peligrosidad: Sin peligrosidad. 

 

   
En caso de picadura

 

 

Las picaduras son producidas por los cnidocitos, células con una estructura característica que, por su localización en la epidermis, reaccionan de forma automática al contacto con otros animales, disparando una especie de dardo que, si consigue traspasar la piel, inyecta el líquido urticante que contiene. Se denomina picadura por la sensación que causa al contactar con la piel humana, de dolor punzante e intenso similar a la picadura de abeja o una quemadura.

El cnidocito dispone de una estructura llamada nematocisto, una cápsula que contiene el líquido urticante, el cual se inocula gracias a un resorte semejante al de un muelle disparado de forma mecánica al menor estímulo táctil o químico. Por ello las picaduras se pueden producir aún cuando la medusa se encuentre muerta en la orilla o incluso en los tentáculos desprendidos. Las células se disparan por un shock térmico (temperatura) u osmótico (salinidad del agua). Al ser la temperatura corporal muy superior a la del agua de mar, esta diferencia es suficiente para que las células se disparen.

Al entrar en contacto, los nematocistos no siempre atraviesan la piel humana, si bien esto se producirá con mayor facilidad en nuestros epitelios menos protegidos (labios, párpados...), y con mayor dificultad en los más gruesos (palma de las manos o pies); y con mayor facilidad en la piel de un niño de corta edad que en la de un adulto.

La composición del líquido urticante de las medusas es compleja y muy variable dependiendo de la especie. En las especies de mayor toxicidad el líquido es de naturaleza proteica y tiene efectos neurotóxicos o citotóxicos, y en ocasiones hemolíticos y cardiotóxicos. No obstante, la acción tóxica final dependerá también de otros factores como la cantidad de picaduras producidas, la zona y la superficie del cuerpo afectada (mayor en el caso de niños para una misma picadura) y las condiciones de la persona afectada (antecedentes alérgicos, asmáticos, cardiovasculares o neurológicos, si ha sido picada anteriormente en un periodo de tiempo inferior a 2 meses, edad, peso, etc.).

Las manifestaciones más comunes de las picaduras son dolor inmediato, picor intenso en la zona afectada, eritema, edema, petequias y pequeñas vesículas con posible pustulación y descamación. En escasas ocasiones la sintomatología tiene un carácter general como náuseas, vómitos y calambres musculares. En los casos más graves se puede producir pérdida de conciencia con el consiguiente riesgo de ahogamiento. La mayoría de las lesiones dermatológicas desaparecen espontáneamente a los pocos días, aunque las molestias pueden persistir algunas semanas o meses en los casos más graves.

Más información en la sección de Preguntas Frecuentes

 

 - Tratamiento de lesiones

 

Los primeros cuidados tras la picadura urticante con medusas van dirigidos a inactivar los cnidocitos que hayan podido quedar adheridos a la zona afectada, la extracción de restos que puedan contenerlos, mitigar el dolor y procurar la desinfección de las lesiones. Estas actuaciones pueden resumirse en los siguientes consejos:

  • NO RASQUES o frotes la zona afectada, ni siquiera con una toalla o arena.
  • Lava la zona con agua marina, NUNCA con agua dulce.
  • Quita los restos o trozos con pinzas, o si lo haces con la mano, que esté protegida.
  • Para aliviar el dolor aplica frío, durante unos 15 minutos, sin frotar. Si usas hielo evita el contacto directo con la piel. Una solución fácil es utilizar bolsas de plástico con trozos de hielo en su interior.
  • No apliques amoniaco, vinagre u orines.
  • Los niños, personas mayores o aquellas con alergias que resulten afectados, pueden necesitar una atención especial.
  • En caso de observarse síntomas como náuseas, vómitos, mareos, calambres musculares, cefaleas o malestar generalizado, acude al hospital más próximo, e informa, si es posible, del tipo de medusa que produjo la picadura.
  • Desinfecta la herida con alcohol yodado 2 ó 3 veces al día durante 48 a 72 horas.
  • Hay que tener presente que, normalmente, queda una herida abierta y que ésta se puede infectar. Por tanto, es necesario proteger la herida con pomadas antihistamínicas hasta que la herida cicatrice.

 Más información en la sección de Preguntas Frecuentes

 

 - Recomendaciones de baño

  • Es altamente recomendable la utilización de crema solar que además de protegernos de los rayos solares también tiene una cierta capacidad para aislar la superficie corporal de substancias como, por ejemplo, tentáculos de medusas.
  • No subestimes la situación. Ante una proliferación es mejor no meterse en el agua, ni siquiera en la orilla, ya que pueden existir fragmentos de tentáculos con la misma acción urticante. En caso de duda pregunta al servicio de vigilancia de la playa.
  • No toques las medusas muertas o fragmentos de ellas ya que su poder urticante persiste hasta 24 horas en condiciones de sequedad.
  • Si has visto medusas y no existe una señalización adecuada, avisa al puesto más cercano de vigilancia de playa.
  • La zona de rompiente es una zona peligrosa en caso de existir medusas, ya que muchos fragmentos, con acción urticante, pueden concentrarse allí.
  • Se recomienda que aquellas personas que permanezcan un tiempo prolongado en el agua, utilicen prendas protectoras (gafas, trajes de neopreno, lycra...)

 

   

Cómo hacerse observador

Requisitos

Las personas que decidan participar en la Campaña Medusas deberán estar identificadas, procediendo a darse de alta como observadores a través de la página web de la campaña www.planmedusas.es o por medio del coordinador de zona, mediante correo electrónico a planmedusas@mma.es o llamando al teléfono 900 102 326.

Debido a que la información sobre avistamientos de medusas y basuras flotantes procederá de aguas marinas, los observadores deberán ser usuarios habituales del medio marino y disponer de embarcación para su avistamiento.

Funciones del colaborador

El Observador ha de conocer las características de la Campaña. Para ello, los coordinadores imparten una serie de sesiones formativas a lo largo de todas la zonas incluidas en  el litoral español, en las que se explicará en qué consiste la Campaña, cómo funciona la Red de Observadores, la biología y ciclos de vida de las medusas, especies que se pueden encontrar, cómo identificarlas y cómo enviar la información sobre los avistamientos. Asimismo se hará entrega de material de apoyo (cuadernillos y fichas de identificación) para facilitar su labor.

Si ya se dispone de nociones previas sobre los tipos de medusas y le resulta imposible acudir a las sesiones, se puede obtener la información referente al envío de información en los documentos disponibles en esta página web o bien a través del coordinador de zona.

Al darse de alta en la Red de Observadores, el sistema enviará una contraseña con la cual se puede acceder al área de usuarios registrados de la web, y una plantilla, en la que se indican los datos necesarios para el envío de notificaciones de avistamientos a través de cualquiera de los medios previstos (llamada telefónica, envío de email o directamente a través de web).

Una vez registrado en el sistema, el Observador podrá notificar los avistamientos mediante una llamada de voz a la línea gratuita 900102326, envío de mensaje de correo electrónico a la dirección planmedusas@mma.es o vía formulario a través de la web www.planmedusas.es.

El usuario registrado tendrá acceso a los protocolos de Observación y Comunicación.

 

   

 

Datos extraídos de la web del Ministerio de medio ambiente del Gobierno de España

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